El papa ha sorprendido al mundo al anunciar este lunes su renuncia al Pontificado, que será efectiva a partir del 28 de febrero.
Tras ocho años como máximo responsable de la Iglesia Católica, Benedicto XVI ha alegado como principales motivos su "edad avanzada" y "la falta de fuerzas". El papa ha reconocido su incapacidad para ejercer bien "el ministerio que me fue encomendado".
La renuncia, que sí está prevista en el Código de Derecho Canónico, establece que para que sea válida es necesario que sea libre y precisa que no puede ser aceptada por nadie.
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio Rouco Varela, ha calificado como "sorprendente" la renuncia del papa Benedicto XVI al Pontificado.
El arzobispo de Madrid considera que los ocho años de pontificado de Benedicto XVI han sido un "récord", ya que después de llegar al papado con 78 años ha viajado a Australia, Cuba, México, Brasil, ha hecho varios viajes a Europa con días intensos de actuaciones públicas y encuentros con personalidades y grupos. Y se debe tener en cuenta que el cúmulo de trabajo de hoy día es mayor que en siglos pasados, tal y como ha explicado Rouco.
Esta renuncia es la primera de un pontífice en 600 años aunque "no se debe a ninguna enfermedad específica". Sin embargo, Joseph Ratzinguer tiene un historial de achaques, según el portavoz del Vaticano.
El papa se trasladará primero a Castel Gandolfo, cuando comience la sede vacante el próximo 28 de febrero, y luego viivrá en un monasterio de clausura dentro del Vaticano.
El gobierno español ha expresado su respeto absoluto y le ha agradecido sus tres visitas. Los obispos españoles han dicho sentirse afectados y como huérfanos.
La canciller Merker le ha agradecido sus años de trabajo. El primer ministro ilatiano, Mario Monti, se ha manifestado conmovido por la noticia. El francés Hollande dice que es una decisión respetable y el británico Cmaeron le ha deseado lo mejor.
El proceso para elegir un papa es igual cuando se trata de suceder a un papa muerto o a uno que ha renunciado.
Toda la elección está en manos de los cardenales que hay en cada momento. Sólo pueden votar los menores de 80 años. En la actualidad hay 118 cardenales, de los cuales 5 de ellos son españoles.
El órgano elector, denominado Cónclave, se reunirá aproximadamente 15 días después de la renuncia oficial (28 de febrero). Los cardenales se "encerrarán " en la Capilla Sixtina y votarán para elegir al nuevo papa. El acuerdo final se comunicará con la popular fumata blanca.
Antes de que ponga fin a su pontificado, Benedicto XVI disfrutará de una multitudinaria despedida a la que el Vaticano espera que asistan fieles de todo el mundo y autoridades de muchos países.